PRINCIPIO DE VIBRACION

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Pildoritas de Motivación

Sobre la Aceptación

La valía de un Ser no es decidida por humano alguno sino por Dios. Un Curso de Milagros expone que (y cito) -“Tu valía la estableció Dios”- Todos los Seres valemos lo mismo, independientemente del color, la raza, la religión, los credos, las nacionalidades y/o las decisiones que cada quién pueda tomar en su vida. Las apariencias, muchas veces, se tornan anzuelos que nos llevan a presuponer que alguien es una cosa u otra, pero la Vida, en diversos momentos, nos enfrenta con nuestras presuposiciones haciéndonos descubrir que juzgar a los demás o a nosotros mismos es equivocado. El aceptarse consiste en amarse, y es ese mismo amor el que hace que aceptemos a los demás tal y como son. Muchos de los problemas y de las enfermedades que nos afectan y acosan, se deben al sistema de valores que tenemos para con nosotros mismos. Incluso los logros y los fracasos de nuestra vida están totalmente ligados a ese sistema tácito de valores que tenemos. Lo que creemos es lo que somos y eso es siempre así. Cuando te aceptas y te amas tal cual eres todo es más fácil y mejor. Al aceptarte tal cual eres y aceptar tu entorno y tus congéneres sin juzgarlos, por la Ley de Atracción, empiezan llegar situaciones que proveen las experiencias necesarias que contribuyen en el proceso de superar las debilidades y las situaciones a resolver que se nos presentan en el día a día. Paulatinamente, según vayamos cambiando, iremos aprendiendo que es un gasto innecesario de energías el andar discriminando al prójimo o el estar juzgándonos a nosotros mismos. Se irá tornando menos importante lo externo e iremos siendo más parcos en nuestras opiniones para con los demás y para con nosotros mismos. Al abrirnos y aceptar los cambios que acarrea el despertar a una nueva conciencia de la aceptación aprendemos a ver a Dios en todas las cosas y nuestra conexión es más sublime; así pues que es muy generoso de nuestra parte, en lo que nuestra conciencia despierta, el abstenernos de juzgar a nuestros herman@s. Un axioma muy antiguo dice: "Lo que otra persona haga, o diga, o crea, es cosa que no te importa..." Pensando en eso dejemos de juzgar… y de juzgarnos.

© 2001 Madeleine E. Belliard

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