PRINCIPIO DE VIBRACION

domingo, 26 de abril de 2009

¡¡¡¡VUELA LIBRE!!!
La dependencia emocional absoluta de otra persona nos puede provocar un estrés y una ansiedad intensos. Cuando estamos enamorados apasionadamente, cuanto mayor es nuestro apego, a la otra persona mayor será nuestro dolor cuando termine la relación. El hecho de ser incapaces de aceptar que ha terminado de una vez para siempre prolonga nuestra aflicción. El apego excesivo a otra persona es amor a nosotros mismos dirigido incorrectamente. Queremos poseer a la otra persona y no nos damos cuenta de que al hacerlo estamos tratando de poseernos a nosotros mismo; siendo que ya nos tenemos es entonces equívoco tratar de hacer esto. Para superar estas situaciones de apego resulta beneficioso, en muchas ocasiones, apartarnos de nuestro entorno habitual, quizás emprendiendo un largo viaje, o desempeñar algún tipo de trabajo interesante que nos ocupe mente y cuerpo. Tenemos necesidad de desapegarnos de la situación que nos atañe, dejar que se sane la herida y evitar a toda costa la autocompasión que es la responsable de nuestras depresiones. Cuando nos tenemos pena estamos abriendo la puerta del: "¡Ay bendito, pobre de mí!" que desemboca en la inevitable catarata llamada depresión. Es entonces necesario dejar de lado esa actitud y deshacernos de la depresión, de la tristeza y de la autocompasión para salir adelante con nuestra vida y con nuestros asuntos. La mejor solución es dedicarnos a hacer algo que absorba nuestra atención totalmenrte, tal como una aficción, tal vez hacer alguna actividad creativa o altruísta que requiera de toda nuestra energía y de nuestra concentración. Dejar el apego es liberarnos de la ansiedad y el estrés, esto significa soltar el ego para que podamos ver con mayor claridad las cosas que nos afectan y asi poder solucionarlas. Una analogía para el apego podría muy bien ser la distorsión que se forma al vernos en un espejo, muy pegados de éste, cuando nos acercamos demasiado al espejo perdemos la perspectiva del objetivo, lo mismo que cuando estamos inmersos en cosas que nos estresan o nos angustian; cuando nos alejamos vemos su realidad. Es recomendable apartarnos de las situaciones o las relaciones que nos estresan para verlas en su verdadera forma, pero ¡CUIDADO! no se aleje tanto que no la vea. Alejarse hasta la indiferencia es tan dañino como estar pegado. Aunque estando lejos es como podemos tener una visión más clara y ponderar la situación con realismo para obtener la objetividad que requerimos en la solución, debemos ser cautos al alejarnos cosa de no perder la perspectiva correcta. Invocar a la Voz Interna para obtener la medida exacta es Sabiduría puesta en acción. El I Ching, o Libro de las Mutaciones, nos dice en uno de sus exagramas que: "La Verdadera Sabiduría consiste en suprimir el exceso de todo tipo." Esto quiere decir que la medida correcta es el balance, y no los extremos. Tal vez un poco de estrés y de angustia sea de alguna manera saludable, mas habrá que pesar hasta qué punto, pues sería patético pasar el nivel. Ojo con el apego hacia lo que sea; la Biblia dice: "El que tiene apego a su vida la perderá; y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la Vida Eterna." (Juan 12:25). Permitirnos el apego y la posesividad es el modo más rápido de alejarnos de esa persona, situación o cosa que anhelamos en nuestra vida, en nuestro mundo, en nuestro entorno y en nuestros asuntos. Si queremos algo, como dice el dicho, dejémoslo libre, pues si es nuestro volverá...
© 2004 Madeleine E. Belliard
"Despertando a una Nueva Consciencia"

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